“Nunca es la persona la que se libera, siempre nos liberamos de ella”.
“La ambición es personal y, la liberación es de lo personal. En la liberación, ambos, el sujeto y el objeto de
la ambición, dejan de ser”.
“No soy una persona en el sentido que usted da a la palabra; aunque a
usted le parezca una persona, soy el océano infinito de la conciencia en el que
todo ocurre. Estoy más allá de toda existencia y cognición, soy pura
bienaventuranza de Ser. No hay nada de lo que me sienta separado, por
consiguiente soy todo, nada es yo, yo soy nada…”
“La persona que usted cree ser es mera sugestión o imaginación. Usted no
tiene padres, nunca nació ni nunca morirá. Bien créame cuando le digo esto, o
llegue a ello mediante el estudio y la investigación”.
En estas citas, Maharaj arremete contra nuestra creencia
más profunda, que constituye la mismísima médula de nuestra existencia y
esclavitud: la convicción de ser una persona. Maharaj define la palabra
‘persona’ como ‘una entidad separada con un cuerpo como núcleo’. Esta entidad
se relaciona con el mundo circundante a través de los sentidos y, se comunica
con los demás por medio del lenguaje que, a su vez, proviene del pensamiento.
Tenemos la impresión de que es esa imagen falsa que
tenemos de nosotros mismos la que tiene que ‘liberarse’. Maharaj corrige esta
percepción cuando nos dice: “nunca es la persona la que se libera, siempre nos
liberamos de ella”.
¡Qué genialidad! Al decirnos esto, Maharaj nos reconoce
como el Ser ilimitado y, no la persona
limitada en tiempo y espacio que creímos
ser. Si acusamos el golpe, nuestra identificación con un cuerpo/mente
sufrirá un resquebrajamiento inevitable que significará el principio de su disolución.
Ahora bien – ¿por qué decimos que la imagen que tenemos
de nosotros mismos es falsa? Sencillamente, porque toda manifestación física es
pasajera, transitoria, y depende de múltiples factores para su supervivencia.
No tiene independencia ni perdurabilidad; mientras que esa fuerza vital,
invisible, que dota de movimiento y consciencia a todas las formas y seres, es
infinita, auto-existente, auto-consciente y auto-luminosa. Es la Realidad
misma. ‘Eso’ que llamamos ‘Dios’.
Es desde ahí que nos habla Maharaj. Por eso dice: “Soy el océano infinito en el que todo
ocurre. Estoy más allá de toda existencia y cognición, soy pura bienaventuranza
de Ser”. Y reafirma nuestra verdadera identidad cuando remata: “La persona que usted cree ser es mera
sugestión o imaginación. Usted no tiene padres, nunca nació ni nunca morirá”.
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