miércoles, 23 de enero de 2013

Soy la fuente intemporal de todos los dioses...




 “Todo esto es transitorio, mientras que yo trato con lo eterno. Los dioses y los universos van y vienen, los avatares se suceden unos a otros sin cesar y al final regresamos a la fuente. Yo sólo hablo de la fuente intemporal de todos los dioses y todos los universos: pasados, presentes y futuros”.

“Todo esto es transitorio”. Esto es un hecho absolutamente obvio: todo lo que vemos, oímos, saboreamos, palpamos, olemos o percibimos a través de los sentidos, es pasajero. Percibimos el mundo como algo sólido, real, duradero; pero la verdad es que nada en absoluto es permanente, ni siquiera nuestros cuerpos. Todo se transforma constantemente hasta retornar misteriosamente a ese vacío insondable del cual surgió.

‘Los dioses y los universos van y vienen”. Esto puede sonar un poco chocante, ya que el hecho de utilizar la palabra “dioses” en plural, parece irreverente cuando se está hablando del principio único del cual surge el universo que conocemos. 

Sin embargo, lo que Maharaj intenta decirnos no es más que un hecho constatable: desde que apareció sobre la Tierra, el hombre a adorado múltiples dioses, de los cuales no queda sino el recuerdo en algunos libros de historia. Quién invoca hoy en día a Zeus, Júpiter o Ahura Mazda?  Los dioses son conceptos creados por la mente del hombre de acuerdo a su cultura y época, para referirse a un misterio que está más allá de su comprensión. Lo que no quiere decir que Maharaj esté negando esa Realidad Suprema que, efectivamente, algunos llamamos “Dios”.

“Los avatares se suceden unos a otros sin cesar, y al final regresamos a la fuente…”

Aquí Maharaj  nos dice que, después de todas las vicisitudes, experiencias y cambios que ocurren en el mundo material, todo se desintegra y se sumerge de nuevo en su origen, incluyendo a los avatares  o maestros espirituales de la humanidad. Como dice la Biblia: “del polvo vinisteis y al polvo regresaréis”.

Y finalmente Maharaj remata: “Yo sólo hablo de la fuente intemporal de todos los dioses y todos los universos: pasados, presentes y futuros…” Es decir, Maharaj se ubica en ese “territorio” o ‘’ámbito” que es anterior, simultáneo y está más allá del espacio y el tiempo: el estado potencial que, sin ser nada en particular, contiene toda posible manifestación. 

Es una realidad que no puede ser descrita ni percibida, porque no hay nada externo a ella para hacerlo. Es una unidad monolítica e indivisible. Las palabras que mejor apuntan a esa realidad serían: auto-creada, auto-suficiente, auto-luminosa, auto-consciente, completa en sí misma y, la fuente de todas las aparentes formas, seres y mundos transitorios que aparecen y se disuelven en su luz.

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